Antecedentes de la Revolución de 1936
DOI:
https://doi.org/10.57201/rcff.v21ej1.88Palabras clave:
Revolución, Causas, Insurrección, FebreristaResumen
Culminada la guerra entre Paraguay y Bolivia, el oficialismo gobernante se vio nuevamente en la lucha electoral, dando la espalda a los graves problemas sociales. El presidente Ayala, adelantándose a los acontecimientos, advirtió a los militantes de su partido que la falta de respuestas a las exigencias populares podría generar una crisis de proporciones insospechadas. En enero de 1936, ante la Convención de su partido, expresó entre otras cosas:
Los agricultores, carentes de toda organización, a menudo son víctimas de explotaciones, de los que lucran con su labor.
Es por eso que hacia el campesino debe dirigirse, ante todo, nuestra mirada. “El porvenir de nuestra nacionalidad está en el campo. Allí yace la gran reserva de energías latentes. No hemos hecho nada, porque hemos gastado el tiempo en deliberaciones y en discutir teorías formuladas en otros climas y para otra gente."
De la obra Proceso político del Paraguay, de Saturnino Ferreira, se extrae un párrafo de una conversación mantenida entre Eusebio Ayala y un grupo de amigos durante su exilio:
“Nosotros, al terminar la guerra, creyéndonos superiores y únicos triunfadores en la guerra, nos dedicamos nuevamente a fomentar viejas discordias con el apetito de la figuración en el futuro gobierno, soslayando la realidad de un pueblo que con todo derecho pediría que se le reconociera sus sacrificios y se solucionaran sus problemas sociales y económicos, ya que habían ganado en el campo de batalla el derecho a que sean escuchados y sus demandas atendidas con preferencias por el Gobierno."
Para el presidente Ayala, era prioritario dar un golpe de timón, ya que el andamiaje que sostuvo al régimen liberal, en más de 30 años de ejercicio del poder, se desplomaba. Las reformas planteadas por su persona fueron desoídas, sin embargo, sus partidarios invocaban las fórmulas que permitiesen el llamado a una reforma constitucional con miras a la reelección. Inmediatamente dicha propuesta atrajo la oposición de sectores internos del liberalismo que pregonaban el cambio de hombres, tanto en el Gobierno como en la estructura jerárquica del viejo Partido Liberal
Un sector del Congreso Nacional esgrimía la posible candidatura de Luis Alberto Riart para Presidente, en tanto que otro núcleo propuso la figura del Dr. Gerónimo Zubizarreta. Ambas figuras no fueron del agrado de Eusebio Ayala atendiendo a que éste pretendía la reelección. Para volver más complejo el panorama, el viejo dirigente y ex presidente Eduardo Schaerer, propuso una cumbre de líderes para zanjar la situación. La propuesta no fue atendida por el Partido.
La opinión pública cansada de estas estériles luchas internas, que no aportaban en nada al progreso social, expresaba su descontento, a lo que consideraba una resistencia inerte de los políticos a las nuevas exigencias de la sociedad.
Referencias
Amaral, Raúl. Los Presidentes del Paraguay. Crónica Política. 1844-1954. Asunción. Paraguay
Ashwell, Washington. El Pensamiento de los Partidos Políticos. 2010. Asunción. Paraguay
Rahí, Arturo. Franco y la Revolución de Febrero. Asunción: Ed. A. Gallegos. (2000)
Stefanich, J. El Paraguay en Febrero de 1936. Buenos Aires: Editora El Mundo Nuevo. (1946)
Speratti, Juan. La Revolución del 17 de febrero de 1936. Asunción: Escuela Técnica Salesiana. (1984)
Periódicos Nacionales: El Tiempo, el Diario.
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