LA SALUD Y EL TRABAJO: UNA PROBLEMÁTICA CRECIENTE PERO POCO EVIDENTE
Palabras clave:
salud, trabajo, trabajadores precariosResumen
Los vínculos entre salud y trabajo no son evidentes a primera vista. No surgen espontáneamente para los trabajadores ni para quienes gestionan su trabajo. Los estudio científicos de estos vínculos plantea problemas metodológicos difíciles. Las acciones de los grupos de presión pueden obstaculizar el establecimiento de conocimientos o su difusión. Pero eso no es todo. También influyen los prejuicios sociales de científicos, médicos e ingenieros. Y los propios trabajadores, para hacer frente a las exigencias de su trabajo, censuran la conciencia de sus penurias y riesgos. Esta censura está vinculada al compromiso de las identidades de género en el lugar de trabajo. El aumento del nivel cultural, la mayor atención a la salud y al medio ambiente y la lenta transformación de las relaciones entre hombres y mujeres tienden a reducir el alcance de estas formas de ignorancia y censura mental. Pero aparecen o crecen otras formas de negación. Los trabajadores precarios se distancian de su trabajo, lo que conduce a una tolerancia paradójica de unas condiciones laborales a menudo duras. Si bien la experiencia del desempleo echa por tierra ciertas ilusiones ligadas a la pertenencia a un colectivo profesional, también conduce a la aceptación de lo que se sabe perjudicial pero que no se puede rechazar. Además de la creencia en las virtudes del progreso técnico y de la transformación económica, el discurso ampliamente aceptado de los gobernantes asocia un fatalismo de la peor especie: la intensificación del trabajo es esencial para la supervivencia económica. Este discurso ignora la existencia de un margen de maniobra. La negación se convierte en la negación de la posibilidad de mejorar las condiciones de trabajo.