Primera Incursión De La Orden De Religiosos Dominicos Al Paraguay: Siglos XVII-XIX

Resumen

Para adentrarse en el tema, primeramente, se hará alusión a la orden de predicadores desde su segunda llegada al país, la fundación de los pueblos, su doctrina y la influencia de las mismas en el ámbito socio – cultural, así como sus principales figuras religiosas quienes se destacaron como los pioneros en la lucha por los derechos de los nativos en América durante los inicios de la conquista española en el siglo XV. Entre los más célebres se encuentran las figuras de Fray Francisco de Vitoria y Fray Bartolomé de las Casas, cuya labor social sirvió de cimiento para las bases de la fundación de los Derechos Humanos.
En el siglo XVII, arriban hacia el año 1621, llegan a la ciudad de Asunción tres frailes dominicos y fundan el convento de Santa Catalina Virgen y Mártir. Rápidamente comienzan a atender únicamente a la población española, porque los pocos nativos que existen se encuentran bajo la custodia de los sacerdotes jesuitas y franciscanos. En 1653 los dominicos se hacen cargo de la zona misional de Tabapy, en el lugar erigieron una capillita; ya en 1682 promoviendo la misión evangelizadora dentro del ámbito educativo, comienza a funcionar el convento de Santo Domingo, mismo que contaba con catorce padres. Pronto consiguen abundancia de vocaciones religiosas, principalmente de los llamados "Mancebos de la tierra", es decir, muchachos criollos. Se establece el Estudio General y noviciado propio.
El año 1814 hay un intento de separación de la Provincia de Argentina. Se realizan los trámites legales. Pero, unos diez años después en 1824, viene la llamada exclaustración, orden dada por el dictador Francia, donde los religiosos abandonan todos los conventos, casas e iglesias en Paraguay.
Pasa más de un siglo hasta que, en 1966, la orden de dominicos vuelve al país bajo la dirección del Padre Álvaro Más, quien arriba hasta la ciudad de Asunción para fijar su residencia y dar inicio a la restauración de la Orden de Predicadores nuevamente.
Desde su regreso a Paraguay realizaron la reapertura de un seminario designado como una Casa de Formación para estudiantes dominicos: "Casa de Santo Domingo", aceptando la parroquia de Roque González, en zona rural, en el mismo sitio donde estuvo ubicada la misión de Tabapy desde su arribo al país en tiempos de la colonia española.