Preocupante aumento de la resistencia antimicrobiana asociada al COVID-19

Abstract

El descubrimiento de los antimicrobianos y su aplicación ha sido uno de los principales avances en la historia de la medicina. Sin embargo, la resistencia a los antimicrobianos (RAM) amenaza con obstaculizar e incluso revertir algunos de estos avances¹. La emergencia y diseminación de esta resistencia son fenómenos crecientes y complejos, declarados como problema de salud pública, y responsables de un sin número de muertes y elevados costos económicos². Esta epidemia silente es la causa de alrededor de 700.000 muertes al año en todo el mundo y se estima que, a falta de una acción eficaz, para el año 2050, cause más de 10 millones de fallecimientos anuales¹.

En los últimos años, a nivel mundial, se han detectado y comunicado mecanismos emergentes de resistencia a varios antimicrobianos, como a la colistina en Enterobacterales a través del gen mcr-1³ y la creciente aparición y diseminación de diferentes carbapenemasas (enzimas mediadas por plásmidos y que confieren resistencia a carbapenémicos)^4-6, anteriormente no descritos, pudiendo incluso estas bacterias portar más de una de estas enzimas, complicando aún más esta problemática^7,8.

La reciente aparición del COVID-19, enfermedad causada por el SARS-CoV-2, ha contribuido en forma directa al incremento de la RAM a nivel global ⁽⁹, ya ocasionada por otros factores, principalmente aquellos relacionados al uso indiscriminado de los antimicrobianos en diferentes sectores. El pronóstico y las complicaciones que tenían muchos pacientes infectados por SARS-CoV-2 creó una infodemia masiva¹⁰ que dificultó el hallazgo de fuentes confiables y orientación correcta, llevando a muchos a utilizar antibióticos como una panacea para el tratamiento de la infección por este virus¹¹. La prescripción excesiva o inadecuada de antibióticos en el contexto de la pandemia de COVID-19 ha facilitado el desarrollo de bacterias resistentes y reducido aún más la eficacia de futuros tratamientos.

Por otro lado, la alta prevalencia de sobreinfecciones bacterianas en pacientes con COVID-19 que requieren hospitalización, principalmente en aquellos con comorbilidades específicas, complicaciones, estancias prolongadas y ventilación mecánica, es y sigue siendo un factor para la sobreutilización de antimicrobianos¹². Es así como hoy día enfrentamos un problema adicional: la RAM post covid, por el sobre uso de muchos antimicrobianos de amplio espectro relacionado a las infecciones por SARS-CoV-2.

Esto representa nuevos desafíos locales y globales, que deben ser abordados desde diferentes enfoques. Es fundamental seguir trabajando en la implementación de los Programas para la Optimización del Uso de Antimicrobianos (PROA) en hospitales y clínicas, y en el conocimiento sobre los múltiples microorganismos que pueden afectar la salud. Es importante, además reforzar la comunicación y la concientización acerca del uso justificado y prudente de antibióticos en la población general, y que siempre ésta debe ser bajo indicación médica.

La pandemia de COVID-19 constituye un reto sin precedentes en todos los aspectos de la atención sanitaria, también en el uso efectivo de los antibióticos y el manejo de infecciones bacterianas, por lo que debe extremarse la prudencia en la utilización de este tipo de medicamentos a fin de mitigar los posibles escenarios catastróficos de esta pandemia silente asociada a la resistencia a los antimicrobianos.