Ultrasonido, herramienta fundamental para una práctica anestésica segura y de calidad.
Resumen
El ultrasonido se presenta como una herramienta sumamente útil en la práctica anestésica, caracterizado por su seguridad, portabilidad, relativo bajo costo y fácil accesibilidad. Estas cualidades lo convierten en una modalidad de imagen valiosa para el diagnóstico y monitoreo en medicina. Los anestesiólogos, que a menudo se enfrentan a situaciones emergentes, pueden beneficiarse enormemente de la aplicación de esta herramienta precisa en su práctica diaria.
Las aplicaciones actuales y potenciales del ultrasonido en anestesiología son múltiples. Entre las aplicaciones más destacadas se encuentran el bloqueo de nervios periféricos y el acceso vascular guiados por ultrasonido, siendo estos los usos más populares en anestesiología. Además, el ultrasonido ha comenzado a sustituir a las tomografías computarizadas y a la fluoroscopia en diversos procedimientos de tratamiento del dolor.
Point-of-Care ultrasound (POCUS) es la utilización de la ecografía junto a la cama del paciente, en tiempo real. La adquisición de imágenes a partir de la utilización de POCUS por parte de anestesiólogos implica la evaluación de múltiples órganos en diferentes situaciones perioperatorias. POCUS se puede utilizar para mejorar la toma de decisiones clínicas en una variedad de situaciones perioperatorias debido a su capacidad para evaluar la colocación del tubo endotraqueal, la función cardíaca, la función pulmonar, el riesgo de aspiración, la hemodinámica, el acceso vascular y la visualización de los nervios para procedimientos regionales.
A pesar de que la aplicación del ultrasonido en la vía aérea aún tiene limitaciones, se vislumbra un futuro prometedor en este campo. La ecografía pulmonar, consolidada en la medicina de atención inmediata, podría tener un impacto significativo en las salas de operaciones al contribuir a diagnósticos rápidos y precisos en situaciones emergentes. Otras modalidades emergentes, como la medición del diámetro del nervio óptico y la ecografía doppler color transcraneal, ofrecen herramientas para evaluar la presión intracraneal y el flujo sanguíneo cerebral.
La ecografía gástrica, enfocada en la evaluación del contenido gástrico y el diagnóstico de estómago lleno, representa otra aplicación relevante. Por otro lado, la ecocardiografía transtorácica y transesofágica se destacan por facilitar la evaluación de la función ventricular izquierda y derecha, las anormalidades valvulares cardiacas y el estado de volumen, así como guiar la reanimación cardíaca.
En resumen, el ultrasonido ofrece múltiples áreas potenciales donde puede desempeñar un papel fundamental al guiar intervenciones invasivas que de otra manera serían ciegas, diagnosticar condiciones críticas y evaluar posibles variaciones anatómicas que podrían requerir modificaciones en el plan anestésico. Por todo esto, la capacitación en ultrasonido debe tener un énfasis importante dentro de los programas de formación en anestesiología.